¡Todo lo que dice es igual a mí! Y encima estudió Comunicación Social (se nota por la forma en que habla). Es tan lúcido... ya sabía yo que las tripas no engañan, que cuando algo nos gusta es porque resuena dentro, porque sentimos que lo conocemos de siempre.
Acá va un fragmento de una entrevista de Clarín en el 2007. Mortal el último párrafo.
¿Venir acá (La Paloma, lugar donde vive) fue una manera de resolver las contradicciones que te provoca tener plata?
En mi caso no hubo contradicción: así como la pasé bien cuando no tenía plata, traté de hacerlo cuando la tuve. Antes de Bersuit tenía una agencia de autos que me daba dinero, pero dejé ese mundo. Tomo con mucho agradecimiento que me haya ido bien con la música: demuestra que el mundo también paga por cosas que tengan que ver con lo espiritual y el arte. Lo que pasó fue que perdí mi naturaleza para conseguir las cosas. El éxito te achancha, te come las tripas, te soborna. Te dan premios Gardel, Grammies, Oscars. Regalan bebida y drogas gratis a gente que es alcohólica y drogadicta. ¿Qué onda es esa? El éxito te hace perder la capacidad para seducir: todas las mujeres quieren estar con vos sólo porque sos un capo del rock. A mí me hace sentir vivo cuando una mina que está embelesada conmigo me dice sos un imbécil, mediocre, estúpido, grosero, poco hombre. (AAAAAAYYYY JAJAJAJAJA NO ES RE DULCE???? :P) Porque con el éxito, el vínculo que tenés con la gente se hace ficticio: es "te doy todo, pero dame todo", y podés terminar despedazado. Después de estos veinte años de rocanrol, me di cuenta de que debo ser una persona de buen corazón, porque estoy vivo. Hay que tener un corazón fuerte para sobrevivir a tanta fisura, a todo lo que hay antes, después y durante los shows.
Con esa vida, ¿cómo lograste mantener a tu familia unida?
Por lo mismo: porque tengo buen corazón. Y no es poca cosa.
¿Cómo es la dinámica de Bersuit, con vos viviendo lejos?
Hermosa. Ahora que no estoy en Buenos Aires, la banda está funcionando mejor, está tocando mejor, hay más onda entre todos los pibes. Porque conmigo encima, tomando decisiones, sin delegar, les quitaba libertad para entrar en su propia dimensión. Y la mía: otra de las cosas que vine a hacer era a limpiarme de información. Y a pegarme un viaje, en principio, al aburrimiento, y después, a la tristeza, para seguir avanzando hacia otros horizontes. Indagué el aburrimiento, y es el momento en el que se me ocurre la música más profunda. En Buenos Aires, cada vez que te aburrís prendés el televisor, llamás por teléfono a alguien, o te metés en Internet a ver boludeces. Así tapás tu voz interior. Yo estoy empezando a escucharme, y a verme. Y lo que veo no me gusta en absoluto.
¿Qué ves?
Me da mucha vergüenza cómo soy. Me siento muy vulnerable, muy precario. La verdad es que soy un tipo bastante pelotudo. Como tengo la facilidad de hacer buenas canciones, la gente me ve desde otro lugar y soy un pelotudo redimido. Pero yo no puedo engañarme, ni a los que me conocen. Acá estoy más en contacto con lo estúpido que soy. Me gustaría empezar a relacionarme con otra parte mía que todavía está escondida y que es un poco más lumínica. Todavía no me he dado lo más interesante que tengo para mí mismo. Me estoy esperando.
¡Capoooooo! Es un capo. Lo que dice en este video es muy gracioso, pero la verdad es que se trasluce en la energía que tiene cuando aparece encima de un escenario. Por eso me debe gustar también.
Y aunque esto no sea lo mejor en materia de afinación y política, me impactó mucho verlo cantar así.
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