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Primero te sentás.
Te acomodás.
Sentís que el lugar es tuyo.
Te dejás de preocupar por los zapatos incómodos.
Te acordás de cosas lindas que te hicieron reír.
Mirás pasar un chico con boina,
una chica rezando.
Pensás en tus gustos,
en la gente que querés.
Escuchás la frase "I didn't lose my mind,
IT WAS MINE TO GIVE AWAY".
Llega el café.
Quino dijo que a veces la vida parece una publicidad.
Admirás la forma de un auto que dobla,
aprendés a mirar a los ojos.
Conectás con los pájaros del cielo,
hacés sinergia,
captás la armonía del movimiento
Entendés la esencia del momento
...y te tomás el café.
¿POR QUÉ NO?
Si vivimos creando.
O queriendo crear.
* Tengo que dejar salir lo que hay en mi interior.*
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2 comentarios:
Ché, si como escribió Discépolo "veinte años no es nada" cincuenta veces veinte seguirá siendo la misma nada, u otra nada distinta, pero en el fondo, nada. O como diríamos por acá: "no es ná".
Y, sin embargo, lo es:
es la contradicción en el centro del hueso, incluso hasta en la másmedula.
La última vez que pedí un café y me sirvieron parejo un vasito con soda fue en Capital. De eso hace casi un tercio de nada, o sea "la misma ná".
Y más triste que "queriendo" en mi caso es "creyendo"... pero sin mucho drama.
Me sigues provocando ataques de optimismo.
Gracias.
"Dans la merco benz" fue un regalo de Amandine, una muchacha hermosamente extraña y extrañamente hermosa. Y desapareció de repente de este palpable mundo de los blogs.
La miopía siempre tuvo su ventajas.
Otro.
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