Es imposible no amar a Manu Chao.
Me puse a llorar de escuchar Clandestino
en medio de tanta gente
con tanta agua y tanta calle
con tanto "un día llegará"
¿quién no se sintió clandestino,
calle,
puta,
rancho al pasar?
Momento perdido
cantor
peregrino
combatiente de Malvinas
señora tirada
¿Quién no vibra con el guacho descalzo
fumando y bailando
a los 4 años
frente a la Catedral?
Manu en tantos viajes
tantas luchas, revoluciones
que empiezan dentro
y terminan afuera
como una gran rola que no para de sonar...
Y estaba llorando por mis alegrías
y desesperanzas
mi "tener que migrar"
Cuando termina el contrato
termina la etapa
llego a la estación
sube pabajo
baja parriba
la canción se acaba
y vuelve a empezar...........
(siempre a deshora)
(yo sé que un día llegará)
(
)
.
9 comentarios:
Este vídeo se rodó en plena Malasaña, un barrio céntrico de Madrid. Hace unos años escribí dos series de poemas titulados "La lluvia en Malasaña" y "La lluvia de nuevo en Malasaña". De todo lo evocado en aquellos escritos, apenas queda el recuerdo de las emociones que los propiciaron. El resto es bruma en un sueño. O es el recuerdo de alguien en el lado obscuro de la cama. O es una lectura de Panero para el que se "mueve el papel de pura ausencia".
O esto que ahora sigue "juntando el hueso de la pierna con los huesos de los codos" (Pizarnik, citada de memoria)
TE DEBO LA LOCURA
Hembra que entre mis muslos callabas
de todos los favores que pude prometerte
te debo la locura.
Leopoldo María Panero
La rotundidad como eco que ronronea entre las piedras.
El peñasco frágil como el mito
y dúctil como la leyenda.
De todo lo que pudimos prometernos
nos debemos las ganas de cumplirlo.
El valor de la palabra que ennegrece
hasta ser un grupo de píxeles
que apenas significan todo.
O, digiérase, que es nada.
Un beso.
Algo fue mal...
Qué fue mal?
Gracias por compartirme tu mundo
Bue, se me colgó el celular, me dio un error de publicación el comentario, y pensé "que las casualidades se posaban en los hombros como pájaros" (parafraseando a Kundera)
Pero, al parecer, fue el "sino" todo lo contrario
A ti, las gracias.
Claramente nada es casualidad... acabo de hablar con alguien que me dijo que lea a Kundera. Veníamos hablando de la belleza y el sexo.
No, gracias a vos.
La claridad, ¿no lleva a la ceguera?
Si es así quiero quedarme ciega
En ese caso, quizás debieras leer primero a Saramago: su "Ensayo sobre la ceguera". Describe una ceguera lechosa, luminosa y blanca. Recuero haberlo leído casi del tirón en un fin de semana, quizás largo. Durante ese tiempo, escuché una música repetidamente: asocio dicha melodía al relato. Ahora no recuerdo ni uno ni otra. Quizás luego se me olvide.
Un placer, Silvia.
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