Sueño extraño.

Soñé que me enfrentaba a cinco ladrones de traje. No sé si todos de traje pero medio elegantes. Uno de todos era el más interesado en robarme la billetera, el celular y el monedero. –...serán mis tres tesoros? O aquello que guardo siempre con más recelo?-.
Estábamos en una fiesta. Fue allí que noté el interés del primero en mis pertenencias.
Otro de los ladrones me hacía chistes porque yo estaba siempre ‘en guardia’, cuidando que no me robaran, y cada vez que uno amagaba algo yo me ponía en actitud de ataque, entonces ése me decía que parecía un marimacho.
Cuestión que en un momento me fui al baño, llevando las cosas conmigo, y el ladrón jefe, el que estaba realmente interesado en mis cosas me dijo “esperá, no te vayas...”, me agarró del brazo y me besó. Me gustó ese beso.
Más tarde y no sé cómo los cinco ladrones trajeados aparecieron en mi casa, todavía tras mis objetos, y en ese momento se inició una persecución al mejor estilo poli-ladron, ya que era un arte pescar a alguno y echarlo de casa y esconderse a ver si aparecía otro.
Todos actuaban conforme a la voluntad del que ansiaba las cosas.
Cuestión que primero logré echar a uno de casa, logré sacarlo a la calle.
Al interesado en robarme, increiblemente, lo pude encerrar en el cuartito de las sodas, porque descubrí que estaba escondido ahí para intentar algo en algún momento.
Encima yo había puesto todo en una mochila verde (yo lo había puesto?) que era constantemente revoleada por los palieres, porque la dinámica de robo ya se había convertido en una especie de acrobacia aérea llena de portazos y corridas.
Más tarde eché al tercero también.
Pero me quedaba uno –sin contar el del cuartito- que estaba agazapado quién sabe dónde y me provocaba terrible angustia porque yo me había quedado encerrada en el descanso de la escalera y no podía entrar a mi casa!
Así fue como de repente el susodicho bajó las escaleras a toda velocidad antes que yo.
Empecé a perseguirlo, ¡Intentó sacar del cuartito de las sodas a su amigo! –No sé porqué, el que estaba en el cuartito me daba pánico. Sentía que era el que más podía lastimarme de los cinco, quizá porque era el que había dado la voz de aura para obtener mis cosas, quizá porque aparte me había besado... no lo sé. Tenía que evitar por todos los medios que saliera de ese sótano-.
Cuando logré empujar al cuarto trajeado hacia la calle, se coló para adentro uno de los que que estaban afuera.
Ese logró agarrar la mochila, que estaba tirada ahí cerca, mientras yo luchaba con los otros dos que estaban intentando volver a entrar.

¿qué onda???
Este sueño es de hace un mes y pico. ¡Y encima no sé cómo termina porque me desperté! Grrrrr