Le tengo miedo a nuevas experiencias, no quiero exponerme ni olvidar.
Tendrá que pasar mucho hasta que deje de llorar.
Y acurrucarme en la cama hasta que pueda descansar.
Soñando siempre con tu abrazo y no queriendo irme a acostar.
Me miro en el espejo y sólo veo una mujer cansada
y es un sentimiento tan, pero tan íntimo que sólo lo reservo para mi soledad.
No hay forma de que el día a día pueda mostrar esa intimidad.
Y si pensara en abrirme sólo sería quebrar una cascarita que se me formó en Navidad.
Así que te extraño tanto que me duele de tanto pensar.