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Sos poco y sos tanto
Que no me atrevo a darte
Por miedo a romperte
No entiendo tu noche pero entiendo tus ansias
Y hacía tanto que no sentía
Este deseo loco de amar
Así sin conocer
Que pensaba que ya no existía.
Que quién sabe donde estarías
Que porqué por mí no morías
Y sólo quedo yo para plantearlo
Claramente no es issue de los dos
Pero por primera vez me siento viva
Y no me importa mucho hacer el ridículo.
Ojalá fueras todo mío.
Encarcelable,
Disonante y tímido.
Así puedo usarte a mi antojo
Que es lo que quiero en este momento. ¿Creceré alguna vez?
No lo sé,
Pero por ahora lo veo todo rojo.
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2 comentarios:
Aaahhh, Silvita,
me recordás mi infancia de los venticinco y de los cuarentaiuno,... aaahhh esa infancia agolpada en las farándulas milongueras de antaño. Andá y dale... hasta partirlo, pero luego vos no te partas si no es para reconstruiros (ambos) o reconstruirte (vos). Esta es la frase más linda que leí en estos últimos días de gripe: “ No entiendo tu noche pero entiendo tus ansias”. Eso se merece un premio. Ojalá te lo otorguen. Y si no fuere así, que lo declaren “decierto” (sic)
Un beso.
Carz!! Te extrañaba!!! El otro día quise dejarte un comentario y me olvide mi contraseña de google. Hace dos meses q me mude, no tengo Internet y por lo tanto estos posts salen de mi celular.
Necesito escribir.
Sabemos como son estos benditos amores de verano. (Argentino)
Abrazos.
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