3.1.08

NOCHEBUENA

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían.

Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo.

Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano: -Decile a... -susurró el niño- Decile a alguien, que yo estoy aquí.


Eduardo Galeano

1 comentario:

Anónimo dijo...

me partiò el corazòn.
vos no adoptarìas a un nene asi?
vos no te harìas misionera por un nene asì?
yo no querrìa que hubiera nenes asi, solos.