Porque esta es efímera y se pasa
aunque traspase fronteras mortales es etérea
no deja rastro alguno salvo en la memoria
y en este instante ella me mata
cuanto más la observo más me alcanza
más me llama más deseo poseerla
y eso hermoso me hace esclava.
Esclava de mi propio sentir, tan epicúreo
esclava de su devenir que me inquieta
y si salta a mi paso me moviliza
sea hombre, gato, día o música
se me estremecen los sentidos y soy débil
las tentaciones me hacen ir en busca de ella
o perder la mirada y volar con las ideas
quizá es la forma más instintiva
de salvataje sensorial a la existencia
a veces angustiante y por momentos incierta
lo bello te hace perder la cabeza
aunque sea por un instante y eso apacienta
pero también se puede perder el juicio por esa afrenta
y esas son las consecuencias que no quiero.
Llevame a aceptarla como regalo
de toda la naturaleza impuesta
Más no me dejes caer en sus trampas
y mostrame la belleza oculta
en todas las cosas,
en todos los mundos,
en mi propia alma.
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