3.3.09

Creyentes New Age



Una encuesta del CONICET del 2008 afirma que 9 de cada 10 entrevistados cree en Dios. El 76% se define católico; el 9% evangélico y un 11.3% dice ser ateo, agnóstico o no tener ninguna religión.

El director de la encuesta, Fortunato Mallimaci, dice que estamos frente a procesos complejos de desinstitucionalización religiosa, de individuación y recomposición de las creencias. Porque el 76% de los que se definieron como católicos, afirma concurrir poco o nunca a lugares de culto y sólo el 23 participa frecuentemente de las ceremonias.

Cuando se observan los modos de vivir la religión, el porcentaje de quienes dicen relacionarse con Dios por su propia cuenta, en todas las regiones, supera la mitad de la población. El “ser religioso a mi manera” o “me relaciono con Dios sin intermediarios” son frases que resumen las formas de vivir la religión en buena parte de la sociedad argentina contemporánea.

La opinión mayoritaria sobre el aborto, la educación sexual en las escuelas, el uso de anticonceptivos, el sacerdocio en las mujeres, también dan autonomía de conciencia y decisión y hacen tomar distancia de los postulados doctrinarios.Y es que la mayoría quiere tomar sus propias decisiones, desde la cantidad de hijos hasta la sexualidad -quiero disfrutar sin que nadie me imponga nada-.


Y sí... es difícil no sentirse identificado con esta postura. Al menos todo lo que posteé acá arriba -salvo el aborto- me representa. Y sin embargo... me considero creyente...!


Quién sabe en qué terminará todo cuando aparezcamos arriba.


4 comentarios:

Lucas dijo...

Trae conflictos tocar los temas que rodéan la religión. Así que me quedo con la conclusión de que cada 10 entrevistados, 5 son la mitad.
Beso.

Silvia dijo...

mmmmmmmmmmmmmmm jajaj bueno igual estos son datos "científicos"..... yo sólo adherí a ellos..

:)

Silvio dijo...

La ruptura de los dogmas, la pesadilla de las religiones. No obstante esta tendencia a "caminar por el costado", considero que la formación religiosa deja huellas visibles en nuestra actual percepción de la fe. Es decir, el mero hecho de no animarnos (o no tener los fundamentos suficientes) como para proclamarnos ateos, ya habla a las claras de la necesidad de inclinarnos ante una deidad. Alejarse de los dogmas es una comodidad de quienes no tienen las ganas o la voluntad de adherirse a las normas inherentes a una religión determinada. En mi caso, soy un pecado sin culpa, reglado por ciertos valores morales configurado, en un 90%... por la moral católica. Un saludo Silvia.

Silvio dijo...

Por cierto, me gustó mucho el título del post jeje