La música te puede ayudar a transitar las realidades más duras, sobrevivir a todas tus desgracias, evadirte adictamente por un par de minutos sin por ello arruinarte la salud, puede levantar puentes de comunicación entre vos y tus seres queridos, ponerle magia a las reuniones y consuelo a los momentos de soledad.
La música es un milagro, es el festejo del alma por estar viva, y es sólo un regalo porque ¿qué es lo productivo de la música? Nada. ¿se come la música? No. Y sin embargo la vida sin música sería un error.
Es signo, señal de que Dios se divierte, el Espíritu toma formas y el cerebro y el corazón no tienen limites.
Toda forma de arte en movimiento es totalmente gratuita y por eso, un milagro total.

Deja que me acostumbre a tu presencia,
Deja que me penetren tus pupilas de a poquito
Deja que el silencio me hable solito
Y me lleve adonde estas...
Que te mire cuando aprenda
A confiar en tu mirar...

Todavía me quedan algunas mañas de guerrera del dolor
Salir de noche
No cuidarme
Exponerme
Ser egoísta
Tirarme abajo
Golpear y golpearme
Contra las paredes de la ausencia
Llamar y no ser atendida
Atender y cortar
Todavía me quedan esas mañas
Y la bebida
Ah sí.
La bebida.

Lo que quería.

Yo sólo quería mirarte.
En recovecos, desnutrida
Un poco fiaca, malparida
Pero así honesta, adormilada.
No sé qué mostrarte de toda mi esencia
Porque aparece y desaparece.
Ella se va, vuelve y revuelve y a mí me deja como ensobrada.
Quizá no alcanza, ya no es bastante
Porque lo que hago es itinerante
Siempre rumiando algunos futuros
Que no tienen dueños ni reaseguros.
Quizá en mi hoy no sepa incluirte
Porque me aburro hasta de mí misma
Es comer sopa todos los días!
No tengo cambios, no tengo prisas.
Y estoy cerrada, quizá a tus ojos
Porque su brillo me anonada
Y yo me anulo
Suficientes veces
Como para que quieras irte a la cama.
Siento un hastío tan insalvable
Que por rechazo nunca me animo
A ser yo misma y aprender a amarte
Porque las estrategias
Nunca me salen.
O soy como soy
O te convierto en arte.