27.12.07

La Familia.

Hace mucho que no me subía a un auto y observaba la dinámica de una pareja manejando. Hace mucho que no me pasa a mí y hace mucho que no veo a nadie como mis viejos hacerlo... son partes necesarias de la vida, de las cuales tengo una avidez que mata.
Los gestos de cariño de unos para con otros lo aprendo, los memorizo y los reservo para el futuro. Pero los disfruto casi tanto como la persona que los recibe!
Él apoyándole la mano en la pierna a ella, mirándola de vez en cuando, sonriendo... con una satisfacción y una tranquilidad que da gusto.
Necesito esos momentos, llenarme de ellos; porque son tanto más que momentos para mí... comparto esa fe, ese sentir, y quiero que algún día sean los míos.
Recordé a mis viejos en el auto, cuando mamá le hacía un café a papá en un viaje largo...
Siempre tuve tanta hambre de familia... entrar en una y compartir los días implica que absorbo absolutamente todo lo que flota en el ambiente. ¡Me gusta, es casi un don, pero nacido de una necesidad!
Y hay familias que son verdaderos paraísos para "absorber". Podrán tener los problemas que tengan, pero como familia son fuertes y veraces, y su capacidad de gozo cotidiano lo demuestra.
Aprendo para el futuro, sí. Aprendo para poder, para generar lo mismo, para ser feliz. Aprendo para transmitir, para dar gracias a Dios por tanta riqueza humana. Porque Él es el que me muestra todas estas cosas y las bendice para que yo pase por allí.
Algunos comen a las ocho, otros tienen un perro... los demás nadan juntos en la pileta... creo que si la gente que no sabe vivir observara como viven los que sí saben vivir... habría menos cantidad de familias fragmentadas.
Y eso sería la Iglesia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué lindo que te hayas sentido así en mi casa. gracias por transmitirlo.
te quiero mucho!
:)

Anónimo dijo...

Y hay familias que se fragmentan porque no lograron serlo. Pero no por eso no lo intentaron.

Y siempre se puede volver a empezar, renacer de las cenizas. Hay familias, que despues de mucho tiempo logran serlo.

Cuando nadie lo hubiera creido, si les contaran lo que esas familias enterraron dentro, para florecer como han florecido.

"Lo que el arbol tiene de florido..." (F. L. Bernardez)