1.4.08

La torta de chocolate.

Alguien que me ayude a tirar abajo HausBrot.

Mi mamá volvió con una bolsa llena de "dulzuras" y, como siempre, me tocó descubrir que el budín era de algarrobo, las galletitas dulces de harina integral y los turrones de sésamo.

Lo peor es que nunca, pero NUNCA dejo de probarlos por las dudas de que mi santa madre haya cambiado de personalidad y me deleite con algo rico.

Está claro que eso nunca va a pasar.


Anecdotario:
Una vez me mandó al colegio con una torta de color negro.
Claro: era típico el comentario "Silvia, qué trajiste???". Ya fuera granola, manzanas, tortas sospechosas o pirulines de caramelo, TODO lo que yo llevaba era sorprendentemente inusual.
Mientras otros chicos se compraban alfajores, sandwiches o caramelos en el buffet, yo me mangiaba un yogur con fibra y cereales de salvado que aparte de no sacarme el hambre me daba ganas de vomitar.
Pero en fin. Ésta vez, me tocó ir con esa torta con pinta apetitosa, húmeda y de un color marrón oscuro, que parecía definitivamente de chocolate.
En el primer recreo no me pude contener y la probé, sorprendida de que mi mamá me hubiera mandado de regalo tamaña golosina.
Pero así como abrí la boca la cerré y no volví a probar bocado durante toda la mañana.
Mi sorpresa fue, sin embargo, cuando en el segundo recreo se me acercó una de mis peores enemigas de la primaria (la chica que a todas hacía burla y ponía en ridículo, gritona y pedigüeña como ninguna).
"¿Qué es eso que tenés en el tupper, Sivia? ¿Me lo dejás probar?" me espetó.
Creo que le dí la torta más por miedo que por otra cosa.
Pero lo cierto es que la probó, y en ese microsegundo en el que todas la mirábamos espectantes por aquello que simulaba una estupenda torta de chocolate, la nena salió corriendo al baño a sacársela de la boca.
Resultó que la bendita torta estaba enteramente hecha con harina de algarrobo.
En el medio de las carcajadas yo no sabía si ufanarme por haberla hecho vomitar o avergonzada porque mi mamá no me compraba manjares para llevar al colegio, pero cualquier indicio de duda se esfumó cuando mis compañeritas se empezaron a acercar para felicitarme por haberme librado de D. de forma tan eficiente.

8 comentarios:

Silvio dijo...

Me hizo reír mucho tu relato, me sentí en el patio de la primaria otra vez. Tengo evocaciones muy vividas de esa etapa de mi vida, y la certeza de que nunca más pisaré ese colegio. En ese entonces vivía en Monte Grande, provincia de Buenos Aires. Actualmente ese lugar no es para mí, más que un recuerdo.
Por cierto, las cosas que mi madre me daba para el recreo, nunca llegaban a él.

Silvia dijo...

no sabés cuánto te envidio que tus meriendas nunca llegaran al recreo. creo que cuando tenga hijos voy a mandarles cosas ricas y engordantes sólo para que mas tarde nunca se acuerden de lo que comían en la primaria, por ser normal y aburrido. jajaj

y no.. yo probablemente tampoco pisaré de vuelta mi colegio... pero más que nada porque cambió mucho y no lo reconocería y eso me angustiaría.
es angustiante cuando los lugares que uno guarda en la memoria ya no existen más... a menos que hayan sido testigos de escenas dolorosas, obvio.

Anónimo dijo...

Jajajaja, haceme acordar que la proxima vez que te vea te de algo de chocolate.

¿Vos todo bien, Sil? Te escribo este comentario desde un aula en ese edificio de P M, mientras sufro a un especialista uruguayo hablandome sobre campañas politicas...

Tu anecdota me ayuda a no quedarme dormido, asi que te debo una!

Silvia dijo...

desde el edificio de qué??
hable en cristiano, porca miseria!! jajaj bueno me alegro de haberte mantenido despierto aunque sea hasta la hora de salida!

he sido útil para algo. :D

jaja un beso!!!

Marina dijo...

yo en cambio te leo desde la oficina (mirando ansiosamente el mar, que hoy que no puedo ir a remar esta espectacularmente azul y tranquilo, y ayer que SI PODIA estaba con lluvia, viento, nublado y movido...)

y me mate de risa, xq yo tambien la sufri: cuando nos mandaba las manzanas cortadas en cubitos con miel y limon, para que no se pusieran negras, largaban ese juguito y cuando por fin te la comias a media maniana era ya pure de manzanas...

vos nunca te preguntaste en cambio, el tiempo que mama dedicaba a hacernos comer bien???? vos sabes que es mucho mas facil agarrar una "merendina" asquerosa de supermercado, con kilos de grasa saturada y aceites hidrogenados y conservantes y colorantes??? los chicos de ahora son obesos.

si ya se, lo debes haber pensado, pero lo anecdotico es muy divertido... :-D

yo tambien lo sufri bastante el colegio, pero que lindo era encontrarnos en el jardin en el recreo largo! :-)

Mariner

Marina dijo...

el apellido era con W.???

Anónimo dijo...

Sil, dije de de P M (Puerto Madero) para no traerte a colación especifica esa facultad que tanto extrañas...

Jajajajjjaja, como que decirte que te estoy escribiendo ahora desde el cuarto piso de la UCA te podia traer cierto despertar de emociones y recuerdos no gratos...
Hoy estoy de vuelta aca.

Gustoso de hacerte sentir util en algún momento... Vivo a su servicio.

Silvia dijo...

jajajajajajajajajaja siiii el apellido era con W!!!! jajajajaj turra!!! jajajajaj

no te preocupes Edu!! estoy curada de espanto con nuestro querido edificio.... nombralo todo lo que quieras jajaj