Sir Newton.

¿Que qué es esto? Un Perro.

No parece, no.

Al menos es un extraño ejemplar dentro de la casa donde habita:
en medio de sinfonías pastorales, tocadiscos y libros de historia del arte,
Alguien hace vida sana y reniega de la bohemia.

Cada día se sienta en el medio del living y observa los varios sillones.
Cuando decide cuál va a ser su compañero de jornada pega un salto y lo conquista.
A falta de uno ocupa dos. ¿Delirios de grandeza? para nada, la comodidad ante todo.

Nada de American Pedigree o Purina Chow Plan: él, kiwi o yogur.
Y luego la vuelta olímpica por los sillones para limpiarse los bigotes, si nadie se digna pasarle una servilleta antes.

Peter Can extraña a su madre.
Pero encontró una forma sutil de confundir su edipo, al que engaña con un peluche de los mismos colores que su progenitora: blanco, gris y negro.

Lo tiene tan asimilado que a la pregunta de:
"¿Dónde está el mapache?"
sale corriendo para traer a aquél animalito, el cual en sus meses de pulga hizo sus veces de mamá gracias a su considerable tamaño.

En la familia todavía se preguntan qué van a hacer cuando el destartalado mapache -que ahora es un cuarto del tamaño del perro- pase a mejor vida...

Quizá este perro del Nunca Jamás pase dos meses olvidándolo a fuerza de pasteles de Activia y kiwi y haciendo uso de las instalaciones musicales de su hábitat para escuchar repetidamente un vals de Brahms.