10.5.08

Juventud clasificada.

13 a 17: La etapa más confusa de la vida. Demasiado lejos como para recordarla. Quedó atrás. Las hormonas, la cabeza y la vida no se llevan bien. Todos a las puteadas luchando por un mismo cuerpo. Querés arrasar contra todo lo que tenga piel humana pero cuando llegás hasta ese punto no sabés qué mierda hacer. La vida es negro, gris, y otra vez negro. Y por ahí azul. Las canciones son lo más parecido a un orgasmo que experimentaste en la vida.
18 a 23: No wonder en todos lados hacen esta clasificación. Empezás a tomar, descubrir, divertir, pero de todas formas no entendés bien exactamente lo que querés. Hacés por instinto. Cero dirección. Amás y recibís por igual, te cagan o cagás, enchastrás, reescribís y creés que la plenitud está a un paso de la esquina. No hay tiempo para meditar sobre una buena acción y una mala: descubrís que tenés capacidad de dirección y estás como un niño en una juguetería. "Quiero esto!" y lo tenés. "Quiero lo otro!" y lo tenés. Cero tapujos.
24 a 28: Tenés que cambiar de táctica. Lo que querés cuesta, la gente cambia y las decisiones empiezan a pesar un poquito. Si flirteaste mucho, rompiste mucho y amaste mucho es hora de desarmar el juguete. Ya no se ama sin una razón ni sin una historia. Empezás a amar a la gente por lo que es. Te abrazás más. El mundo empieza a ser difícil. Te empieza a gustar más el alcohol. Los tragos son la especialidad de la casa. La vida es de colores, pero en soltero. La casa se inventó para dormir y no para armar partuzas negras.
29 a 33: El vino, las buenas mujeres, los buenos amigos, son lo mejor que te pasó en la vida. La obra es una de las últimas de Chaplin, con la mejor poesía y el humor más ácido. El tanino que te queda en la boca ya no sabe amargo. Una canción de Simple Minds se convierte en un himno personal a la vida. El mundo es la horma de tu zapato, y con suerte, un amante también. Lo mismo que los hijos. La plenitud vuelve a formar parte de tu vocabulario. Si te llaman para tomar mate un sábado a la tarde, ya no suena deprimente.
34 a 38: Sólo Dios sabe qué cosas podés llegar a hacer si no estás casado...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaa buenisimo!!!
"Si te llaman para tomar mate un sábado a la tarde, ya no suena deprimente." kuakkk
y si lo propongo yo?? jajaja

Silvia dijo...

como si lo proponés vos? claro! esa es la onda :D jaja

Anónimo dijo...

claro!!! lo decía por justo armé esa salida con P hace un par de findes!!!
:P