21.10.06

Credo

Yo conozco a Jesús.
Sisí. Para los que no lo conocen puede llegar a sonar extraño y hasta patológico lo que diga a partir de ahora,
pero yo conozco a Jesús. Charlamos mucho.

Lo empecé a conocer cuando era muy chica, en el colegio.
Lo gracioso es que siempre sentí que me hablaba, que me revelaba cosas que a otras nenas no.
Una vez escuché que Santa Rafaela (la fundadora de mi colegio) había dicho:

Dios me quiere como a la niña de sus ojos.

O sea, a mi entender,

Dios sabe que soy una consentida de mierda, insoportable, llorona, amorosa, sensible, medio guachita, a veces convenida, con intereses culturales, gran sentido del humor, depresiva, colgada, musical, cabeza dura.
¡Y me adora por eso! Esas son las cosas que más le gustan de mí.

Por eso me da bola cuando le rezo, cuando le hincho porque tengo tal o cual problema, cuando no puedo conmigo misma, cuando sufro y me siento terriblemente sola....

Me ayuda. Me zarandea un poco, me hace levantar la cabeza, me da golpecitos en el cerebro "toc-toc: hay alguien ahí...?", me mira desde el sol saludando con un rayo... me invade el corazón con pensamientos lindos, con agradecimiento...

Y cuando estoy en las malas malas, cuando realmente me siento MUY mal, me abraza.
Yo no lo siento abrazarme, obviamente. Pero le pido que me abrace porque necesito un abrazo. Y supongo que Él está ahí, abrazándome... ¿Estará o no estará? Y... es cuestión de creer o no creer.

Porque yo no creo sólo cuando estoy bien. Creo también cuando me siento pésimo.
Y estoy ABSOLUTAMENTE CONVENCIDA de todo lo que dice el Evangelio. Creo firmemente no sólo en que existió terrenalmente, sino que sigue entre nosotros como lo prometió en su momento:

"Cuando dos o más se reúnan en mi nombre, YO ESTARÉ EN MEDIO DE ELLOS".

Aparte dijo que iba a estar dentro de nosotros, también. Y que tenía que volverse al Cielo porque ya había terminado su misión desde la tierra, etc.

O sea, él me enseñó todo lo que sé..! Aunque sea poco.
Aparte él siempre me habló mucho desde adentro mío.
Yo lo conocí por el buen humor, por las jodas que le hacía a mi intelecto... por el terremoto violento de su Verdad, de su Libertad... eso me enamoró de él. El magnetismo de su persona. Por eso le empecé a dar bola.

Hace bastante le pedí sabiduría, me acuerdo.
Le pedí también cordura.
Le pedí que me dijera qué hacer con mi vida.
Le dije que algún día me gustaría tener novio porque me sentía una freak que no le había dado un beso a nadie hasta los 19.
Le pedí trabajo.
¡Le pedí millones de cosas!, pero sobre todo inteligencia para saber qué pedirle.
Me enseñó que yo no soy omnipotente y que así como vienen las cosas/personas se pueden ir,
que no poseemos un pepino en esta vida salvo el envase en donde vinimos,
y me dijo que no lo quisiera por los regalos que me hacía,
sino sólamente por ser Él. Por ser Jesús.
(Como le gusta a todas las personas que las amen, en definitiva, por ser ellas y no por sus dones/ posesiones.)

Y ahí fue que me dí cuenta de que aquél amor que yo practicaba con Él (Jesús nunca lo "practicó" conmigo, desde siempre fue así, radical, simple e inteligente. Era yo la que lo tenía que ir descubriendo.) era el que yo tenía que realizar con todo el mundo, porque eso fue lo que dijo antes de irse:

Ámense los unos a los otros como yo los he amado.

Me dijo que no hay nadie que no merezca a Dios (a su papá), nadie que no merezca ser amado, incluso los mas h.. de p.. del planeta. Ellos son los que más necesitan amor y ser perdonados. Después que quieran o no ser perdonados es otro tema.

¡Yo soy una Mendiga de Jesús! Vivo necesitando ser perdonada y reencontrada, como la oveja del rebaño. Amada y acunada, zarandeada y mimada.

Y conocerlo fue lo mejor que me pasó en la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras te venia leyendo se me ocurrieron un par de cosas:
(cantando): "por eso yooooo / la voy a seducir, la llevareeeee / al desierto, y alli le hablare a su corazon como en los dias de su juventuuuud...."

Otro: "Si nasce da soli e si muore da soli, tutto il resto è un regalo."

Ultimo: Lee 1Cronicas 4, 10. Ultimamente rezo como Iabes: "Benedicimi ti prego, allarga i miei confini, sia la tua mano con me e preservami dal male, in modo che io non debba soffrire! E Dio gli concesse quanto aveva chiesto."

:-)

Dios tiene un montooooon de bendiciones para cada uno de nosotros. Pero nosotros nos olvidamos de pedirselas, y ahi se quedan, en el bolsillo de Dios.

Bastaba pedirle!